¿Qué es el duelo?
20.08.2013 20:00
¿Qué es el duelo?
¿Qué es el duelo?
El duelo es la reacción normal después de la muerte o pérdida de un ser querido.
Supone un proceso de adaptación a la nueva situación.
Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida, valorar su importancia
La intensidad y duración del duelo depende de muchos factores: tipo de muerte (esperada o repentina, apacible o violenta..), de la intensidad de la unión con el fallecido, de las características de la relación con la persona perdida (dependencia, conflictos, ambivalencia...), de la edad...
Duelo resuelto. Podemos decir que hemos completado un duelo cuando somos capaces de recordar al fallecido sin sentir dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin él o ella, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en la vida y en los vivos.
No existe un tiempo fijo para vivir el duelo. Cada cual necesitará su tiempo. Y sólo nosotros podemos marcar el tiempo que necesita nuestro ser para poder considerarse recuperado. Todo ello a pesar, de que muchas veces nuestros familiares y amigos, nos apremian, quisieran vernos en la normalidad ¡ya!, tal vez porque así ellos tampoco sufrirán tanto...
Integrar el duelo es todo un proceso que tiene como intención reconocer el dolor que nos produce la pérdida. Aceptar que nos duele, aceptar las ausencias, aceptar que ha muerto, manifestar el dolor e iniciar el camino de regreso a la realidad y a nuestro propio orden de las cosas.
Hay también otras situaciones vitales que pueden sumirnos en un proceso de duelo: rupturas, separaciones, divorcios, despidos, traslados de ciudad o de país, cambio de residencia, diagnósticos de una enfermedad.
Etapas del Duelo:
1) Negación y aislamiento: la negación nos permite amortiguar el dolor ante una noticia inesperada e impresionante; permite que nos dé tiempo a recobrarnos de la noticia. Es una forma de defensa provisional y pronto será sustituida por una aceptación parcial. "Esto no es real, no puede ser real, no me puede estar pasando a mí, es una pesadilla, cuando despierte habrá pasado todo...".
2) Ira: la negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento; surgen todos los por qué. Es una fase difícil de afrontar. Suelen quejarse por todo; todo les viene mal y es criticable. Luego pueden responder con dolor y lágrimas, culpa o vergüenza. "¿Cómo ha podido dejarme así? ¿Ahora me deja sola? ¡Estoy sola y no es justo! Se va y me deja aquí sufriendo por su culpa..."
3) Pacto o negociación: ante la dificultad de afrontar la difícil realidad, mas el enfado con el mundo, surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para intentar superar la traumática vivencia. Aquí surge a menudo la culpa, el sentir que no hicimos lo suficiente para evitarlo. "Si hubiera ido antes al médico, si pudiese haber contraído yo la enfermedad en su lugar, si me admite de nuevo en la empresa haré todo lo necesario para ser más eficaz...".
4) Decaimiento: cuando no se puede seguir negando la persona se debilita y se verá invadida por una profunda tristeza. Es un estado, en general, temporario y preparatorio para la aceptación de la realidad. Si se le permite expresar su dolor, le será más fácil la aceptación. Aparecen pensamientos del tipo: "No quiero levantarme de la cama, ni salir, ni ver a nadie. No puedo ir a trabajar. No tengo derecho a disfrutar de nada. Sólo quiero estar solo y llorar...".
5) Aceptación: quien ha pasado por las etapas anteriores en las que pudo expresar sus sentimientos -su envidia por los que no sufren este dolor, la ira…No hay que confundirse y creer que la aceptación es una etapa feliz: en un principio está casi desprovista de sentimientos. No nos sentimos bien pero ahora sí entendemos que la situación que nos ha provocado el dolor no va a cambiar y así lo aceptamos, aunque no nos guste. Sabemos, ahora sí, que debemos acostumbrarnos a la nueva realidad, a vivir con esa pérdida y a superar la muerte