Ir al psicólogo indica que necesito ordenar mis pensamientos, manejar mis emociones y aprender a vivir mejor,  indicaciones para sentirme bien, que me ayude a adquirir recursos para hacer frente a la vida, personal, social o laboral y tener el bienestar que necesito.

No existe nada negativo en hacerlo, es un especialista más de la salud. Acudimos al médico de cabecera cuando tenemos fiebre, y vamos  al psicólogo cuando nos duele las preocupaciones, para que ayude a desanudar los enredos más íntimos. Quizás no es tan fácil como que te den una pastilla mágica que todo lo cura, pero realmente eso no existe.

No siempre que necesitamos terapia tenemos un trastorno mental ni la psicología se basa en el sentido común, ni es simplemente que me escuchen y hablar. Se trata que un profesional con los conocimientos y las técnicas necesarias, que lleve el  proceso terapéutico a partir de la objetividad y el rigor científico.

Acudir a un psicólogo es, acompañar profesionalmente en la búsqueda de preguntas y respuestas, en el conocimiento de las emociones, de las necesidades, pensamientos, comportamiento, cualidades y recursos de los que se dispone o de cómo crear nuevos.

Se trata en definitiva de un proceso de transformación duradero de forma global:

mental con cambios cerebrales y de pensamiento -corporal y física-emocional -comportamiento, conmigo mismo y con los demás.

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Las terapias son adaptadas a las necesidades  

de cada problema y de la persona.

Llamame  o manda un mail con tu pregunta

y estaré  encantada de responderte.