Obsesiones
Pensamientos obsesivos
En ocasiones nos preocupamos excesivamente por las cosas, les damos vueltas a los pensamientos o las ideas, apareciendo una y otra vez, por lo que se vuelven obsesiones. Esto provoca un desgaste de energía, no solo mental y cognitivo, sino también físico con señales de cansancio, llegando a incluso a la falta de ilusión por cosas nuevas.
En contra de lo que suelen aconsejarnos, dejar de pensar en algo, hace que ese pensamiento crezca. Si te digo “no pienses en un elefante rosa”, seguramente ya estés pensando en él. A más se piensa en una idea, mas energía se le pone y más grande se hace.
No se puede hacer que los pensamientos desaparezcan, pero si cambiar el significado con el que los interpretamos y con ello conseguimos que empiecen a disminuir la cantidad de veces que aparece una idea en la mente y el malestar consecuente que hace sentir.
El primer paso es identificarlos y dotarles de realismo. Normalmente un pequeño pensamiento que no se ha sabido manejar se habrá ido haciendo más grande con el tiempo a la vez que distorsionado.
Busca formas de poder solucionarlo si es posible.
Aprender técnicas de relajación o haz ejercicio. La ansiedad-estres y la preocupación que provocan estos pensamientos es muy alta y se puede manejar.
La distracción no es la solución, solo un parche momentáneo. La música ayuda a calmar la mente y parar pensamientos en momentos determinados y puntuales.
- Busca actividades placenteras. Te ayudara a incrementar el optimismo
- Fortalece tu autoestima. La valoración y visión positiva de uno mismo es muy importante para tener la capacidad de afrontar los problemas y solucionarlos.
Si sientes que no puedes controlar tus pensamientos o se vuelven obsesivos, consulta a un profesional.
Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la típica pregunta:
¿Está medio lleno o medio vacío?
Sin embargo, preguntó: - ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El psicólogo respondió: "El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo.
Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve."
Y continuó: "Las preocupaciones son como el vaso de agua.
Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada."
Acuérdate de soltar el vaso ¡¡¡
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